lunes, 26 de abril de 2010

07. El Amor.

Tengo una novia. Espero acepte mi deseo de casarme con ella cuando estemos con ese propósito ante Dios a fin de año. Pero antes de eso, le hice una pregunta: ¿qué vamos a decir cuando nos pregunten que tipo de ley nos regirá en caso de separación?

Pero, ¿para qué una ley si nos amamos? Porque la ley se activa cuando el amor se termina, y en base a eso, no es posible tomar una desición que nos beneficie a ambos. ¡Claro, de eso se trata justamente!

Cristo viene. Vive el Amor al nivel de verse crucificado. Ni aun en la cruz se motiva a una venganza. Con eso suceden dos cosas: nos entrega la Gracia y Él reestablece al Amor.

La Gracia es: yo [Cristo] siendo totalmente Justo, muero sin merecerlo (ante Dios), y permito de esa forma que tú, sí mereciéndolo (al no haber ninguno de nosotros totalmente justo), puedas através de éste sacrificio, volverte justo.

El Amor es: como la Ley actúa cuando ya no puedes por ti mismo decidir como agradar a otro, entonces niega toda posibilidad de conveniencia hacia tu persona y, desposeído de todo orgullo propio, date por el otro (aunque no lo merezca para ti, tal cuál tú no lo merecías para mi).

2 comentarios:

Unknown dijo...

Esa soy yo.
Te faltó mencionar la discusión que dio origen a tan maravillosa reflexión.
Le amo

Unknown dijo...

Esa soy yo.
Te faltó mencionar la discusión que dio como resultado tan maravillosa reflexión.
Le amo