Ya hablaba de lo que yo veía como iglesia antes de pararme en el Amor que hoy creo vivir (a duras penas). Pero, ¿y la iglesia cómo es desde el Amor? ¿Qué fin tiene?
Ya lo conversaba con más gente en otro lado antes, y pienso que la iglesia nos fue dejada como una forma de afrontar entre hermanos la tarea de Amar. No como un organismo que se junta y hace algo determinado, sino como un grupo de gente que se niega, y aquello le cuesta y necesita con-moverse.
La iglesia no necesita de un templo específico. La iglesia no busca un fin propio. La iglesia no busca santificar a nadie. La iglesia no salva. La iglesia no posée verdades. La iglesia ni siquiera tiene personalidad jurídica que pelear. No necesita líderes. No requiere de grupos de alabanza. No busca heredar pastorado a hijos de pastores. No necesita tampoco vestimenta. Ni siquiera un dialecto propio. La iglesia no tiene horarios. No separa a la gente en grupos dentro de ella. No tiene púlpito. No necesita liturgias. No separa entre santos e impuros. No cuenta sus miembros.
¿Y entonces qué hace la iglesia?
Sólo escucha. Sufre. Apoya. Recibe. Abraza. Comprende. Se iguala. Se ensucia con el sucio para mostrarle Quién es capaz de limpiarles. Se menosprecia a sí misma por el bien de quién necesita Amor. Se hace dinámica hasta la incomprensión. La iglesia ni siquiera menciona a Cristo a menos que le pregunten.
jueves, 13 de mayo de 2010
11. Si yo hubiere predicar...
...pediría disculpas por tres cosas:
* Y con bien parado no me refiero a lo que me deje de buenito, sino a todo lo que me ponga de ejemplo a mi, y no a Cristo.
- Por hablar desde un púlpito que impide que podamos converzar y retroalimentar lo quiero decir. No creo en las prédicas sin diálogo. Lo otro es una exposición.
- Por mi condición de hombre que protegerá mi ego y filtrará lo que no me convenga en la prédica y dejará pasar lo que me deje bien parado*.
- Por no darle todo el crédito que merecemos a todos en la sala. Mis ideas y las conclusiones de hoy, es tanto el fruto de lo que yo hoy sé, que supe desde la experiencia que ustedes me aportaron (aun sin que nos conozcamos todos) y que Dios quiso que supiera.
* Y con bien parado no me refiero a lo que me deje de buenito, sino a todo lo que me ponga de ejemplo a mi, y no a Cristo.
martes, 4 de mayo de 2010
10. Visiones del Amor
Veo con total asombro (y yo dentro del asombro porque también me involucra a mi) que el esmero dentro de las iglesias evangélicas persigue la búsqueda de manifestaciones espirituales por sobre la búsqueda de la comprensión de todas las formas y magnitudes del Amor.
Cuando un cristiano subestima al Amor por debajo de nuestra capacidad de errar, me está diciendo dos cosas:
- que Cristo fue sobrenatural siempre (omitiendo la kenosis de Cristo), y que sólo Él pudo amarnos. No obstante, se llevo a su Amor consigo y quedamos entregados a nuestros errores.
- que el Amor de Cristo sólo fue un sentimiento.
En el primer caso se ve al Amor como un acto exclusivamente Divino, ajeno a nuestra naturaleza. Se ve al Amor lejano. Se ve al Amor muy lejano.
En el segundo caso, se ve cercano, pero sin fuerza. No más que un sentimiento propio de los hombres.
Cuando un cristiano subestima al Amor por debajo de nuestra capacidad de errar, me está diciendo dos cosas:
- que Cristo fue sobrenatural siempre (omitiendo la kenosis de Cristo), y que sólo Él pudo amarnos. No obstante, se llevo a su Amor consigo y quedamos entregados a nuestros errores.
- que el Amor de Cristo sólo fue un sentimiento.
En el primer caso se ve al Amor como un acto exclusivamente Divino, ajeno a nuestra naturaleza. Se ve al Amor lejano. Se ve al Amor muy lejano.
En el segundo caso, se ve cercano, pero sin fuerza. No más que un sentimiento propio de los hombres.
domingo, 2 de mayo de 2010
09. Más sobre el Amor.
En una u otra forma, todos construimos sobre una idea (o el conjunto de ellas). No obstante, el motor de tales debiera ser siermpre el mismo: el Amor. Cuando el generador de ideas es el Amor, entonces perdemos la capacidad de errar producto del egoísmo y nuestros fracasos estarían determinados por la ilusión o la inexperiencia. El amor nos brinda un lenguaje inmaterial que rompe lo subjetivo, proyectándo la realidad del otro en mi realidad. Tal cual no puedo saber sin la fe, no puedo esperar el mañana sin el Amor. El Amor promueve la existencia del otro, y por consecuencia -y con algo de Providencia- mi propia existencia.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)